La primera recomendación para llevar una vida saludable es consumir más frutas y vegetales. Las frutas en particular son recomendadas como sustitutos de postres y jugos por su bajo contenido de azúcares y altos niveles de fibra en comparación estos dos. Sin embargo, así como existen frutas altamente beneficiosas, también puede existir frutas dañinas para el hígado.
Es importante recordar que ninguna comida es dañina por sí sola. Si se consume dentro de una dieta variada con ingredientes naturales, todas las frutas son beneficiosas, pero algunas deben ser consumidas en moderación para mantener unas condiciones saludables para el hígado.
Por frutas dañinas para el hígado entonces nos referimos a frutas que tienen un alto contenido calórico, que son altas en azúcares y que debe limitarse su consumo a unas pocas porciones, ya que esto puede ocasionar que condiciones como la enfermedad del hígado graso.
Esto se debe a que el exceso de azúcar es perjudicial para el organismo. Esto incluye tanto el azúcar de mesa común o sucrosa como la fructosa y la glucosa, ambas contenidas en las frutas y otras fuentes como los siropes naturales y la miel.
Las frutas que pueden resultar dañinas para el hígado:
Uvas pasas y frutos deshidratados
Las uvas tienen 16,25gr. de azúcar por 100 gramos y al deshidratar los frutos, estos concentran el azúcar y hacen más fácil el comerlos en exceso.
Bananas
100 gramos de bananas tienen 12,13gr. de azúcar. Se recomienda limitar su consumo a 1-2 piezas por día.
Higos
Los higos son de las frutas más dulces que hay y 100 gramos contienen 16,26gr. de azúcar.
Dátiles
Los dátiles son la fruta con mayor contenido de azúcar con 63,95gr. de azúcar por 100 gramos de producto.
Mangos
Los mangos maduros tienen 13,66gr. de azúcar por cada 100 gr. de fruta.
Cerezas
Finalmente, las cerezas naturales tienen hasta 12,82gr. de azúcar por cada 100 gr.
Los más recomendables es comer las frutas enteras y frescas, con piel cuando sea posible, ya que así se pueden aprovechar todos los nutrientes y antioxidantes que tienen.
Como última recomendación, consumir frutas enteras es la mejor opción para aprovechar la fibra y los nutrientes naturales que estas contienen. Así las frutas se digieren lentamente, sin afectar al hígado y generando una sensación de saciedad.