Para todo ser humano la salud mental es un factor importante, por ello existen profesionales que se dedican a brindar acompañamiento psicológico . Además, cuando una persona padece una enfermedad hepática , este seguimiento y apoyo profesional, cobra mayor importancia.
Entonces, ¿el rol del psicólogo es importante para los pacientes con indicación de trasplante? La respuesta es sí, pues se necesita del soporte y el acompañamiento durante todo el proceso -antes y después de la cirugía-, ya que es una ayuda significativa en el camino para mejorar la calidad de vida del paciente.
Existen mecanismos, al momento de llevar a cabo este acompañamiento o asesoría, tanto con el paciente como con sus familiares. Teniendo esto en cuenta, es indispensable considerar lo siguiente:
Dudas y expectativas:
El primer reto del psicólogo, es enfrentar junto con los pacientes y sus familiares, la infinidad de dudas, inquietudes y angustias, que en ese momento los embargan.
Se recomienda mantener un enfoque psicoeducativo , es decir, que el equipo médico y el psicólogo, expliquen de forma detallada, todo lo relacionado con la enfermedad y los pasos siguientes que conducirán hacia el trasplante hepático.
En este punto, es sumamente importante aclarar todas las expectativas en torno a la enfermedad y la cirugía, entre el paciente, los familiares y el equipo médico. Que todas las partes estén igualmente informadas, bajará los niveles de ansiedad y podrá alinearse efectivamente hacia el objetivo.
Situación económica
Una de las principales fuentes de angustia de los pacientes, es todo lo relacionado con el tema económico. El cómo van a cubrir los gastos que implica el proceso antes, durante y después del trasplante, incluyendo los medicamentos que el paciente debe tomar por vida.
Por ello, es importante que el psicólogo pueda acompañarlo en todo ese proceso, donde se incluye buscar los fondos necesarios y acudir a otras instancias o instituciones que puedan ayudar a solventar los gastos.
Este acompañamiento resulta muy beneficioso para el tratamiento, por lo terapéutico que es mantener en control emocional al paciente y sus familiares.
Apoyo familiar
Cada una de las personas o miembros de la familia, constituyen un factor protector del paciente, un pilar fundamental cuyo apoyo permitirá que sienta seguridad y al mismo tiempo como núcleo, puedan fortalecer sus lazos afectivos.
Esto le ayudará al paciente, a afrontar la enfermedad y todo el proceso de trasplante de la mejor manera posible.
El entorno:
El paciente forma parte de una comunidad, cuyo apoyo también es favorable como factor protector.
Es por ello que el psicólogo debe tratar de establecer relaciones con instituciones u organizaciones y vecinos, que puedan acompañar y ayudar al paciente, junto a su familia, durante el proceso pre y post trasplante. Por ejemplo, al brindar apoyo logístico de traslado, búsqueda de medicamentos, etc.
En este sentido, se puede generar un entorno más favorable, sobre todo para aquellos pacientes que no viven en las ciudades principales o cerca de los centros de atención médica, donde serán atendidos.
Acompañamiento:
El rol del psicólogo es establecer un vínculo de confianza donde se fomente la autonomía y la corresponsabilidad, es decir, el compromiso del paciente de asistir a sus consultas, tomar los medicamentos inmunosupresores y mantener un chequeo constante con su equipo médico tratante.
Todo esto considerando, que el programa de trasplante, va más allá de la cirugía, ya que abarca la vida después del trasplante del paciente.
En este orden de ideas, hay que resaltar que es necesario comprender, cómo los pacientes viven y experimentan la enfermedad hepática. Por ello el papel que juega el psicólogo es fundamental para ayudarlos a afrontar su condición.
El rol de este acompañamiento psicológico, logrará fortalecer el estado emocional del paciente, factor indispensable para enfrentar el proceso del antes, durante y después del trasplante, que conduce al mejoramiento de su calidad de vida.
