La enfermedad del hígado graso es aquella afección que consiste en la acumulación de grandes cantidades de grasa en el hígado. De esta enfermedad existen dos tipos, una que es por alcohol y otra que no, en ambos casos se trata de una patología silenciosa.
Enfermedad del hígado graso por alcohol
Su causa radica en el consumo excesivo de alcohol, también se conoce como esteatosis hepática alcohólica. Puede desencadenar otras enfermedades: hepatopatía alcohólica, hepatitis alcohólica y cirrosis.
El tomar alcohol durante mucho tiempo, aumenta la probabilidad de desarrollar la enfermedad. Este riesgo se incrementa en mujeres, individuos que tienen obesidad y aquellas personas con ciertas mutaciones genéticas.
Esta afección suele presentarse sin síntomas, en caso de haber podrían ser: pérdida de peso y energía, disminución de apetito; náuseas, dolor de estómago; incluso, pequeños vasos sanguíneos en la piel de color rojo que asemejan la forma de una araña.
Posteriormente se puede presentar retención de líquido en el abdomen y piernas; hematomas y sangrado. Igualmente las palmas de las manos podrían tornase rojizas, evacuar heces de color arcilla; en el caso específicos de los hombres, impotencia, los pechos podrían inflamarse y podrían encogerse los testículos.
Para el tratamiento de la enfermedad del hígado graso por alcohol, es importante dejar de consumir alcohol. En este sentido podría ser oportuno visitar a un psicólogo o acudir a rehabilitación.
Enfermedad del hígado graso no alcohólico
Es aquella enfermedad del hígado graso que no está vinculada con beber alcohol, a su vez se subdivide en dos tipos. Uno de ellos es el hígado graso simple, ocurre cuando existe grasa en el hígado y la inflamación o daño celular en el hígado es poco o ninguno. El segundo es la esteatosis hepática no alcohólica, en este caso sí hay inflamación y daño celular en el hígado; también se presenta grasa y puede desencadenar en cirrosis o cáncer de hígado.
Esta patología por lo general no tiene síntomas, en ocasiones puede presentar cansancio o molestias en el abdomen en la parte superior derecha.
Aunque la causa exacta del hígado graso no alcohólico se desconoce, se sabe que la enfermedad incide con mayor frecuencia en las personas que presentan prediabetes, diabetes tipo 2, obesidad y síndrome de ovario poliquístico.
También niveles elevados de grasas en la sangre (triglicéridos); hipotiroidismo, hipopituitarismo. Así como niveles altos de colesterol, síndrome metabólico y apnea del sueño (trastorno en el cual la respiración se para y vuelve a comenzar).
Para tratar la enfermedad del hígado graso no alcohólico, se aconseja bajar de peso, con el objetivo de disminuir la cantidad de grasa, inflamación y fibrosis hepática (cicatrización en el hígado).
Cabe destacar que tanto la enfermedad hígado graso por alcohol como la no relacionada con el alcohol, pueden repercutir en cirrosis (enfermedad que presenta cicatrización y afecta las funciones del hígado). Para tratar esta enfermedad, los especialistas recurren a medicamentos, operaciones y otros procedimientos.
En caso de que la cirrosis desarrolle insuficiencia hepática, podría ser necesario realizar un trasplante de hepático. Además el consumo de alcohol aumenta el riesgo de padecer insuficiencia hepática.
Por otro lado es importante mencionar que para prevenir ambos tipos de la enfermedad hígado graso, se recomienda mantener un estilo de vida saludable, en este sentido resulta vital realizar ejercicio frecuentemente y mantener una alimentación sana y balanceada, limitando el consumo de sal y azúcar.
Igualmente es importante que cuando una persona crea que padece la enfermedad hígado graso, busque ayuda con un profesional médico, para realizar un diagnóstico.
En caso de padecer la enfermedad, es importante aclarar las dudas que pueda tener con su médico tratante y seguir las instrucciones que él mismo le recomiende.