Cuando se padece de hepatitis, es necesario realizar ajustes en la dieta. En este sentido es importante conocer cuáles alimentos son preferibles evitar si se padece esta afección.
Por ello te presentamos el top 7 alimentos prohibidos para la hepatitis. Además te explicaremos en qué consiste la enfermedad, sus causas y formas de transmisión para que puedas entender con mayor facilidad la importancia del rol nutricional en la hepatitis. ¡Toma nota!
¿Qué es?
La hepatitis consiste en una inflamación del hígado. Puede desaparecer o evolucionar a fibrosis (cicatrización), cirrosis, incluso cáncer de hígado.
Causas
Los virus de la hepatitis son la causa más predominante de la hepatitis. Igualmente este padecimiento puede originarse por otras infecciones, sustancias tóxicas (como alcohol o drogas), así como enfermedades autoinmunitarias.
Es importante aclarar que existen varios tipos de hepatitis, con diversas causas:
- Hepatitis viral, originada por uno de los cinco virus de la hepatitis llamados tipo A, B, C, D y E. Entre estos, los más frecuentes en Estados Unidos son el A, B y C.
- Hepatitis alcohólica, causada por la ingesta excesiva de alcohol.
- Hepatitis tóxica, ocasionada por algunos venenos, suplementos, productos químicos y medicamentos.
- Hepatitis autoinmune (el sistema inmunitario del paciente ataca las células del hígado), cuya causa es desconocida, aunque se ve influenciada por la genética y el entorno.
Top 7 alimentos prohibidos para la hepatitis
Cuando se padece de hepatitis, existen ciertos alimentos que son preferibles evitar.
- Alcohol.
- Mariscos crudos (o poco cocinados).
- Lácteos.
- Frutas y vegetales mal lavados (inclusive crudos).
- Café.
- Chocolate.
- Bebidas gaseosas.
Recomendamos que la persona con hepatitis consulte a un nutricionista, para que este especialista, junto con su médico tratante, establezca su requerimiento nutricional y le oriente en cuanto a su dieta diaria, incluso proporcionarle diversas opciones de menú.
Las bebidas alcohólicas constituyen un factor de riesgo predominante tanto para la hepatitis como para otras enfermedades hepáticas, tal es el caso de la esteatohepatitis alcohólica (enfermedad del hígado graso por alcohol). Por ello resulta necesario prescindir de su consumo cuando se tiene la afección, así como limitar su ingesta como medida de prevención.
El consumo de lácteos y cafeína puede variar dependiendo del individuo, pues algunas personas son intolerantes mientras que otras no.
Por su parte, la ingesta de frutas, verduras y vegetales debe ser cuidadosa, especialmente si se consumen fuera de casa. En líneas generales, los alimentos deben ser lavados de forma adecuada y, preferiblemente, consumidos cocidos.
Además de prescindir del consumo de mariscos crudos, es prudente evitar comer carne de res sin cocinar o mal cocida.
Otro factor importante a tomar en cuenta es el agua. La misma debe ser apta para el consumo humano, inclusive aconsejamos hervirla y filtrarla.
¿Cómo se transmite?
Se han identificado cinco virus de la hepatitis nombrados por las letras A, B, C, D y E, los cuales se distinguen por sus características.
La hepatitis A y E se transfieren por medio del tacto con alimentos o agua que estén contaminados con las heces de un individuo infectado. Específicamente la hepatitis E, se transmite al ingerir carne de cerdo, ciervo o marisco mal cocidos.
El virus de la hepatitis A (VHA) se puede transmitir por determinadas prácticas sexuales. En varios casos la infección resulta ser leve, la mayor parte de las personas se recuperan y desarrollan inmunidad contra infecciones futuras causadas por este virus. En otros casos las infecciones pueden ser graves y potencialmente mortales.
Por su parte, el virus hepatitis C se propaga por sangre contaminada; mientras que el virus de la hepatitis D, se presenta en los individuos que ya están infectados con el virus de la hepatitis B. Quienes ingieren alcohol en exceso corren mayor riesgo de padecer hepatitis alcohólica.
En los países que se encuentran en vías de desarrollo y que a su vez presentan servicios de saneamiento precarios, un gran porcentaje de sus habitantes se ha infectado con el virus de la hepatitis A. Es oportuno conocer que en el mundo se disponen de una vacunas seguras y eficaces que se podrían utilizar para prevenir la infección por este virus.
Sin lugar a dudas tener una alimentación sana y balanceada, prestando especial atención a la ingesta de los alimentos bien lavados y cocidos, constituye un aspecto fundamental tanto en el tratamiento como en la prevención de la hepatitis de sus diferentes tipos. Además, en caso de padecer hepatitis, es de suma importancia realizar un control nutricional de la mano de especialistas.