La hepatitis es una de las enfermedades más comunes que atacan el hígado. Junto a la enfermedad del hígado, se trata de una de las condiciones principales de las que proteger nuestro hígado. Sin embargo, si es detectada de forma temprana y se trata, se puede llegar a una recuperación de la hepatitis total, siguiendo simples indicaciones y las recomendaciones del médico.
Para conocer más a fondo cómo funciona el proceso de recuperación de la hepatitis, en primer lugar debemos saber que la hepatitis no tiene una cura específica y esta depende del tipo de hepatitis y la etapa de desarrollo en la que se encuentre la enfermedad. Puedes leer más sobre la hepatitis y sus tipos en este artículo.
CONSIDERACIONES GENERALES PARA LA RECUPERACIÓN DE LA HEPATITIS A Y C
Para la hepatitis tipo A, el paciente suele requerir solamente reposo en cama, aunque puede llegar a ser ingresado en el hospital, a diferencia de los tipos B y C. Sin embargo, en todos los casos es requerida una restricción de la alimentación, eliminando principalmente el alcohol, azúcar y grasas de la dieta para evitar causar más daño al hígado.
Una de las formas de eliminar la hepatitis C es a través de un tratamiento antiviral, cuyos resultados son visibles a partir de la cuarta semana de tratamiento, cuando la carga viral ya no se pueda detectar. En estos días, el paciente notará un cambio en sus niveles de energía y ánimo, por lo que es importante que se mantenga activo en moderación y consumiendo comidas nutritivas y saludables
También se recomienda no tener relaciones sexuales durante este periodo.
RECUPERACIÓN DE LA HEPATITIS B
Como sabemos, la hepatitis B no tiene una cura y la mayoría de los tratamientos son aplicados para que el paciente no transmita la enfermedad a otros. Sin embargo, este tipo de hepatitis admite el trasplante de hígado como opción y este suele ser el método más común para tratarla.
Este tratamiento también requiere eliminar de la dieta el alcohol y las grasas de la dieta del paciente, además de moderar su actividad física.
RECUPERACIÓN A TRAVÉS DE TERAPIA PULSÁTIL
Algunos centros también aplican la terapia pulsátil para estimular la curación y regeneración del órgano cuando se está en la etapa de recuperación de la hepatitis. Dicho proceso se realiza con tecnología especializada que envía pulsos electromagnéticos al órgano para mejorar sus funciones y prevenir que la enfermedad se vuelva crónica.
Es importante consultar al médico durante todo el periodo de recuperación de la hepatitis para detectar anomalías ya que estas pueden ser signo de otras enfermedades como cáncer de hígado o diabetes. Si nada de esto se presenta y el paciente mejora, quiere decir que la recuperación está progresando exitosamente.