La hepatitis es cuando el hígado se inflama, en el caso de la hepatitis neonatal es cuando la enfermedad se presenta durante los primeros dos meses de vida. En un 20% se debe a un virus, mismo que le es transmitido durante la gestación.
Por lo general las causas de esta enfermedad son desconocidas, así como también es común que se deban a la presencia de virus en el organismo del neonatal. Sin embargo, también existe la posibilidad de que la madre sea la que tiene el virus de la hepatitis y se lo transmita al bebe, ya sea durante la gestación o posterior al nacimiento.
De las formas reconocidas de hepatitis viral primaria, sólo el virus de la hepatitis B (HBV) es una causa de hepatitis neonatal. La infección neonatal por otros virus (p.ej., citomegalovirus, virus herpes simple) puede causar inflamación hepática, junto con otras manifestaciones. (Vía Manual MSD).
En cuanto a la sintomatología, puede que no se presenten signos inmediatos y notorios. Pero cuando están presentes tienden a incluir: ictericia, dificultades para ganar peso, agrandamiento del hígado, letargo, distensión abdominal y heces de color arcilla. Aunado a ello, puede provocar enfermedad subclínica en la segunda infancia (6 a 12 años).
Dependiendo del virus y de cómo este evolucione, pueden presentarse distintas complicaciones. Entre ellos se encuentra el daño cerebral, cicatrices en el hígado, moretones que se generan fácilmente y picazón.
¿Qué opciones de tratamiento hay para la hepatitis neonatal?
El diagnóstico se realiza mediante pruebas serológicas, las cuales miden el HBsAg, HBeAg, anticuerpo contra el antígeno de la hepatitis B, y la cuantificación de DNA del HBV en la sangre.
En la actualidad no hay ningún tratamiento o protocolo preestablecido para seguir en un caso de hepatitis neonatal. Aunque lo que sí se hace es suministrar suplementos vitamínicos, barbitúricos y fórmulas especiales.
De igual forma, la correcta alimentación será clave durante la recuperación. Por su parte, ni los corticoides ni la inmunoglobulina antihepatitis B serán útiles para combatir la infección. Todos los niños que tengan infección crónica por HBV, deberán vacunarse contra la hepatitis A.
No obstante, en los casos donde se presenta la cicatrización hepática avanzada (cirrosis) en conjunto con una enfermedad crónica del hígado, es probable que se plantee la posibilidad de un trasplante. Se destaca que no todos los casos llegan a este punto, pero puede ser una de las complicaciones.