Una enfermedad en el hígado puede ser difícil de detectar por la falta de síntomas que suelen presentarse en la mayoría de las personas. Según un estudio reciente, entre el 6% y el 7% de la población mundial tiene fibrosis hepática y no lo sabe porque no tienen síntomas.
Una enfermedad en este órgano puede desarrollarse de forma distinta en cada persona, en algunos casos será más rápido que en otros ya que depende de varios factores; por ejemplo: la alimentación, el ejercicio o la genética.
Los síntomas empiezan a aparecer cuando el hígado se vuelve más irritado e inflamado. Como ya dijimos en un artículo anterior, la fibrosis es la primera etapa en una enfermedad hepática. Al ser una de las primeras señales, es una condición que puede revertirse si se detecta a tiempo.
Sin embargo, si la enfermedad no es detectada a tiempo y dura un período de meses y años, se puede presentar una fibrosis avanzada más significativa, que luego puede progresar a cirrosis.
¿Cuáles son los primeros malestares relacionados a una enfermedad hepática?
En ocasiones, las personas con fibrosis pueden experimentar:
- Un dolor sordo o doloroso en la parte superior derecha de la barriga (en la parte inferior derecha de las costillas): los pacientes generalmente lo caracterizan como un dolor palpitante o punzante persistente.
- Cansancio extremo (fatiga) y debilidad: los investigadores han notado que el agotamiento y la fatiga son los síntomas más comunes del daño hepático.
Desafortunadamente, las causas específicas de la fatiga relacionada con la enfermedad hepática y el agotamiento no se entienden completamente. Los investigadores especulan que la causa raíz de la fatiga crónica relacionada con la enfermedad hepática puede ser causada por cambios en la química cerebral y los niveles hormonales que resultan de una función hepática dañada. En particular, los niveles alterados de corticotropinas, serotonina y noradrenalina pueden estar en la raíz de los niveles de energía agotados.
- Pérdida de peso inexplicable y pérdida de apetito: las personas tienden a tener síntomas notables a medida que el órgano se daña más severamente.
Enfermedades por hígado graso
Si hablamos de enfermedades hepáticas es necesario tocar el tema de la enfermedad por hígado graso. Hay dos tipos principales:
- Enfermedad del hígado graso no alcohólico
- Enfermedad del hígado graso por alcohol, también llamada esteatosis hepática alcohólica
La enfermedad del hígado graso no alcohólico es un tipo de hígado graso que no está relacionado con el consumo de alcohol. Existen dos tipos:
- Hígado graso simple: Hay grasa en el hígado, pero poca o ninguna inflamación o daño en las células del hígado. En general, el hígado graso simple no es demasiado serio como para causar daño o complicaciones al hígado.
- Esteatosis hepática no alcohólica: Existe inflamación y daños en las células del hígado, y grasa. La inflamación y el daño de las células del hígado pueden causar fibrosis o cicatrización del hígado. La esteatosis puede causar cirrosis o cáncer de hígado.
La enfermedad del hígado graso por alcohol se debe al alto consumo de alcohol. Su hígado descompone la mayor parte del alcohol que bebe para que sea eliminado del cuerpo, pero el proceso de descomposición puede generar sustancias dañinas. Estas sustancias pueden dañar las células del hígado, provocar inflamación y debilitar las defensas naturales del cuerpo. Cuanto más alcohol usted bebe, más daña su hígado.
Es necesario acudir a un médico a penas se presenten señales de algún problema con este importante órgano y someterse a chequeos anuales para descartar cualquier enfermedad que se esté desarrollando de forma asintomática.