Las enfermedades hepáticas pueden ser silenciosas en algunas ocasiones, pero esto podría generar una condición aún más grave para el órgano Por esto, es importante tomar en cuenta las señales que arroja nuestro cuerpo consultar a un médico cuando sea necesario.
Descubrir la causa y extensión de un problema en el hígado es importante para indicar un tratamiento. Es probable que el médico comience con el historial médico y con un examen físico minucioso. Pero antes debemos percatarnos de una señal que indique un mal funcionamiento en el órgano.
Carlos Romero-Marrero, gastroenterólogo, asegura que son pocas las personas que saben cuando su hígado está fallando. Esto puede ponernos en mayor riesgo de contraer una enfermedad grave.
“Las personas con insuficiencia hepática tienen más probabilidades de desarrollar cáncer de hígado”, dice. “Pero la mayoría ni siquiera sabe qué causa la insuficiencia hepática, y mucho menos los síntomas”.
Señales más comunes de una insuficiencia hepática
- Retención de líquidos: Esta es la señal más común de enfermedad hepática y aparece en el 50% de las personas que tienen cirrosis; una afección en la que el tejido cicatricial reemplaza al tejido hepático sano.
La acumulación de líquido puede causar distensión en el abdomen o hinchazón en las piernas.
Esto sucede cuando se desarrolla presión arterial alta en las venas del hígado o cuando el hígado no puede producir albúmina, una proteína que evita las fugas del torrente sanguíneo hacia los tejidos.
- Ictericia: Esta condición causa orina más oscura y un tinte amarillento en la piel o en el blanco de los ojos. Aparece cuando la bilirrubina, un pigmento que se forma cuando los glóbulos rojos, se descomponen. A su vez, se acumula en el torrente sanguíneo. Un hígado sano absorbe la bilirrubina y la convierte en bilis. Luego, su cuerpo lo excreta en las heces.
- Sangrado: El hígado normalmente circula alrededor del 25% de la sangre desde la vena porta. Pero la cirrosis crea una oportunidad para el sangrado. Puede presentarse la situación de vomitar sangre o notar sangre en las heces o sangrado rectal.
- Confusión: Cuando el hígado no puede filtrar las toxinas, estas pueden desviarse al cerebro. La condición resultante, conocida como encefalopatía hepática, puede causar confusión, problemas de memoria, letargo y coma.
Como vemos, el hígado es un órgano que puede afectar varios aspectos de nuestro cuerpo si no está en buenas condiciones para llevar a cabo su trabajo. Por ende, es necesario tomar en cuenta las señales que nos arroja para poder atacar una posible enfermedad a tiempo.
Próximamente, veremos cuales son los tratamientos que podrían aplicarse en caso de tener alguno de los problemas expuestos.