Este artículo trata de los mitos y realidades sobre las enfermedades hepáticas. Estas a menudo son confusas debido a los muchos mitos que circulan de ella en la sociedad. Comprenderlas son cruciales para tomar decisiones oportunas sobre la salud del hígado.
1. Mito: Solo el exceso de alcohol genera enfermedades hepáticas
Una creencia común es que las enfermedades hepáticas solo afectan a los que abusan del alcohol. Sin embargo, esto no es del todo cierto. Si bien el consumo excesivo de alcohol es una causa significativa del daño hepático, otras afecciones pueden afectar el hígado. La enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD), por ejemplo, es una condición que afecta a las personas que no beben alcohol. Esta enfermedad está relacionada con la obesidad, la diabetes tipo 2 y otros factores metabólicos. En resumen, las enfermedades hepáticas pueden desarrollarse por varias razones, no solo el alcohol.
2. Mito: Las enfermedades hepáticas siempre muestran síntomas obvios
En general, se cree que las enfermedades hepáticas presentan síntomas claros, como el color amarillo de la piel (ictericia). Sin embargo, muchas personas con enfermedades hepáticas en etapa temprana no experimentan síntomas notables. Particularmente en las primeras etapas, las enfermedades hepáticas pueden ser «silenciosas» y solo detectarse a través de análisis de sangre o imágenes. En consecuencia, los controles médicos regulares son vitales para detectar problemas hepáticos de forma temprana.
3. Mito: Los suplementos herbales son seguros para el hígado
Muchos creen que debido a que un producto es «natural», es automáticamente seguro, pero algunos suplementos herbales pueden causar daños hepáticos. Por ejemplo, ciertos productos que contienen kava o chaparral se han asociado con la toxicidad hepática. Además, los suplementos solo a veces se regulan tan estrictamente como los medicamentos, lo que puede conducir a contaminación o dosis incorrectas. Por esta razón, es esencial consultar a un médico antes de tomar cualquier suplemento, especialmente si ya tiene una condición hepática.
4. Mito: Solo tienes que preocuparte por la hepatitis si viaja al extranjero
Entre los mitos y realidades sobre las enfermedades hepáticas, muchas personas creen que la hepatitis es solo una preocupación para los viajeros, pero la realidad es que las infecciones por hepatitis, especialmente la hepatitis B y C, son un problema mundial. Además, estas infecciones se pueden transmitir a través de transfusiones de sangre, contacto sexual y madre a un niño durante el parto. Por lo tanto, es importante tomar precauciones adecuadas, como la vacunación de la hepatitis B y evitar comportamientos riesgosos que podrían exponerlo al virus de la hepatitis.
5. Mito: El daño hepático siempre es irreversible
Antes de llegar a conclusiones, es crucial comprender que el hígado puede regenerarse y sanar si el daño se detecta temprano y se toman medidas adecuadas. Sin embargo, en casos avanzados de enfermedad hepática, como la cirrosis, el daño puede ser permanente y puede requerir un trasplante de hígado. Por lo tanto, es importante actuar de manera proactiva frente a cualquier signo de problemas hepáticos.