La enfermedad de Crohn presenta una inflamación del sistema digestivo, el cual inicia en la boca y culmina en el recto. En cuanto a las causas de esta afección, aún son desconocidas, lo que sí se sabe es que tiene a aparecer cuando el sistema inmunológico ataca al organismo erróneamente.
Algunos de los factores que inciden directamente en la aparición o aumento de riesgo de esta enfermedad son la genética, factores ambientales, consumo del tabaco o cigarro, que el cuerpo, por lo general, reacciona a bacterias habituales de la cavidad intestinal de manera abrupta o exagerada.
Aunado a ello, esta es una enfermedad que puede presentarse en cualquier punto de la vida, sin embargo, es más probable que ocurra entre los 15 y 35 años.
Hígado inflamado y la enfermedad de Crohn
La enfermedad de Crohn o enfermedad inflamatoria intestinal (EII), puede migrar a otros órganos además del sistema digestivo. Entre ellos se encuentra, el hígado, conductos biliares y vesícula biliar. Sobre este tema se destaca que las manifestaciones hepatobiliares son más comunes que el resto, algunas de estas son:
- 1. Colelitiasis o piedras en la vesícula: se sabe que entre el 13-24% de los pacientes con enfermedad de Crohn pueden presentar colelitiasis.
- 2. Hígado graso: en muchas otras enfermedades la grasa presente en el hígado es un inconveniente o factor de riesgo, en el caso de la EII pasa lo mismo, por lo que se puede desarrollar el padecimiento de hígado graso.
- 3. Colangitis esclerosante primaria: es una inflamación crónica y progresiva de los conductos biliares. Los conductos biliares sirven para transportar la bilis desde el hígado, donde se forma, hasta el intestino, donde ayudará a realizar la digestión de los alimentos, almacenándose previamente en la vesícula. (Vía Educainflamatoria).
De todas las afecciones, esta es la menos frecuente en aparecer en pacientes con EII, de hecho, la mayoría de las veces la evolución de esta es independiente a la enfermedad de Crohn.
- 4. Alteraciones hepáticas producidas por medicamentos: el uso de distintos fármacos para el tratamiento contra la enfermedad de Crohn será de mucha utilidad, sin embargo, conllevan efectos secundarios que pueden generar hepatitis tóxica.
La hepatitis crónica y la EII
Aquellos pacientes que tengan hepatitis B o que la hayan tenido, pueden reactivar la enfermedad tras la ingesta de inmunosupresores. Ante esta posibilidad, es común que se recomiende o receten antivirales, para que este riesgo disminuya notoriamente. En cuanto a la hepatitis C es probable que se requiera tratar la afección antes de consumir inmunosupresores.